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Cómo reformar un piso para alquilar

Reformar piso para alquilar

Muchos propietarios toman la decisión de reformar piso para alquilar y así sacar partido a sus viviendas. Aún así, no es lo mismo reformar un piso en el que vivimos de forma habitual, que realizar una obra en uno que vamos a destinar al alquiler. En este artículo queremos hablar sobre qué tener en cuenta para llevar a cabo la reforma y sacar todo el partido posible a la inversión que se va a realizar. 

Lo primero de todo es que, ya sea una reforma para quedarte a vivir en ese piso o para alquilarlo, es importante dar prioridad a lo que no se ve, es decir que las instalaciones de la vivienda estén en perfectas condiciones. De esta manera, los inquilinos estarán bien durante mucho tiempo. Tras ello, podremos centrarnos en los aspectos decorativos y estéticos, que también son fundamentales para conseguir alquilar la vivienda con éxito. 

A cada inquilino, su reforma

Si ya has tomado la decisión de reformar la vivienda para alquilarla, una recomendación es olvidarse de las preferencias de cada uno. Es complicado hacer una reforma sin tener en cuenta qué nos gusta o nos interesa, pero el objetivo es conseguir rendimiento del inmueble y no vivir en él. Normalmente hay dos grupos de personas que pueden vivir en el piso, los explicamos a continuación: 

  • Los inquilinos de alta rotación. Normalmente son profesionales que viven durante unos meses en diferentes ciudades, personas que buscan alquileres vacacionales o estudiantes extranjeros o de otras comunidades. En estos casos, a la hora de hacer la reforma para alquilar lo recomendable es invertir en soluciones funcionales, sistemas que consuman poca energía y decoración y muebles neutros y resistentes. Al ser inquilinos de alta rotación, no llegarán a hacer suya la vivienda, por lo que no es necesario gastar mucho dinero.
  • Los inquilinos estables, serían inquilinos a largo plazo. En estos casos sí es importante que la casa quede bonita y moderna. Cuando los posibles inquilinos vean las fotos y la visiten, tienen que imaginarse en ella. Para ello hay que estudiar las tendencias, mirar las fotos de otras viviendas e intentar ponerse en el lugar de los inquilinos.

La iluminación y el espacio. Claves para triunfar

El asesoramiento de profesionales también es un aspecto a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una reforma para alquilar una vivienda. Ellos conocen el sector, las tendencias y cómo saber sacar partido a los espacios, consiguiendo metros extra donde no los hay. Además, saben cuáles son las necesidades de iluminación o aislamiento de cada vivienda, así como diseñar la distribución perfecta. 

Si queremos lograr más luz natural, lo mejor es eliminar barreras en la medida que sea posible. Hay ocasiones en las que merece la pena renunciar a una estancia pequeña si conseguimos ampliar el espacio, con ello aportamos confort a la vivienda. Otra opción es abrir la cocina al salón, marcando la separación con una isla.  

En lo relativo a la distribución, cuando se lleva a cabo una reforma para alquilar la vivienda es importante conocer cuántos inquilinos queremos acoger en la vivienda. Una recomendación es contar con menos habitaciones pero que sean más amplias que tener muchas habitaciones pequeñas.  

¿Amueblar el piso o dejarlo vacío?

Decorar y amueblar el piso también forma parte de la reforma. Colocar muebles en la vivienda es una duda que surge entre muchos propietarios, para dar respuesta a ello debemos volver a preguntarnos qué tipo de inquilinos queremos. Si el piso va a ser para alquiler vacacional o estacional, tendrá que estar amueblado, aunque sea con una decoración básica. Si, por el contrario, queremos que sea un alquiler a largo plazo, más estable, puede que el inquilino prefiera decorarlo a su gusto. 

Si finalmente lo amueblamos, hay varias cosas que tener en cuenta

  • Colores neutros para paredes y cortinas. 
  • El suelo, que sea resistente y fácil de limpiar, como un suelo laminado en color madera. 
  • En el caso de la cocina y los baños, es mejor elegir elementos sencillos y funcionales que se puedan adaptar al estilo y gustos de cualquier persona. 
  • En lo relativo a la decoración, optar por espejos y láminas fotográficas en blanco y negro. 

Ventajas e inconvenientes de un piso amueblado

Algunas de las ventajas de amueblar la vivienda para alquilarla son las siguientes:

  • Es más atractivo para los inquilinos: Una propiedad amueblada resulta muy atractiva para aquellas personas que lo que buscan es una solución rápida y conveniente. Al contar con los muebles, pueden hacer la mudanza de forma casi inmediata, sin tener que preocuparse por adquirir muebles o electrodomésticos.
  • Ofrece mayor rentabilidad: Al alquilar la vivienda totalmente amueblada, se puede cobrar un alquiler más elevado en comparación con una propiedad vacía. El mobiliario y los electrodomésticos aumentan el valor percibido de la propiedad.
  • El enfoque de viviendas amuebladas es perfecto para atraer a estudiantes o personas que se mudan temporalmente por trabajo. Estos inquilinos buscan la comodidad de un hogar listo para habitar.

Inconvenientes de las viviendas amuebladas:

  • Mantenimiento y desgaste de los muebles y electrodomésticos, por ello pueden requerir reemplazos o reparaciones frecuentes. Esto conlleva gastos adicionales para el propietario.
  • Responsabilidad del inquilino: Si los muebles se dañan o se estropean, puede ser difícil decir de quién es la responsabilidad, si del inquilino o del propietario, lo que podría generar conflictos.
  • Preferencias personales del inquilino: Los muebles elegidos pueden no gustar a todos los inquilinos, lo que podría disminuir el interés en la vivienda.

Ventajas e inconvenientes de un piso no amueblado

En caso de decidir dejar la vivienda sin amueblar, esto también tiene ventajas e inconvenientes. Algunas de las ventajas son las siguientes:   

  • Conlleva menos gastos de mantenimiento ya que no hay mobiliario en la vivienda y el propietario no tiene por qué preocuparse del mantenimiento de los muebles y electrodomésticos. Sin duda esto es algo que puede disminuir los costes a largo plazo.
  • Mayor flexibilidad a la hora de decorar. Como no hay muebles, no hay un estilo de decoración específico, por lo que la vivienda atraerá a un grupo más amplio de posibles inquilinos con diferentes gustos y preferencias.
  • Los contratos de alquiler son más sencillos. Al no incluir muebles en la vivienda, los contratos de alquiler pueden ser más simples y directos, reduciendo la posibilidad de malentendidos.

Inconvenientes de no amueblar la vivienda. 

  • Puede haber una menor demanda: Hay ocasiones en las propiedades amuebladas tienen más demanda que las no amuebladas, lo que podría afectar la rapidez con que se alquila el inmueble.
  • Ofrece menor rentabilidad: Al no tener muebles, lo más probable es que el alquiler solicitado sea menor en comparación con una propiedad amueblada de características parecidas.
  • Hay más competencia con otras propiedades amuebladas: Si la vivienda se encuentra en un mercado donde la gran mayoría de las propiedades en alquiler están amuebladas, una no amueblada es más complicado que destaque. 

Resumiendo, reformar un piso para alquilar tiene muchos factores que hay que conocer para tomar la decisión correcta y saber qué tipo de reforma queremos llevar a cabo. Es fundamental analizar todos los aspectos que hemos comentado para maximizar la rentabilidad y que, tanto el propietario como el inquilino, estén satisfechos.  

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