¿Cómo actuar ante los destrozos de tu vivienda de alquiler?

Daños en la vivienda alquilada

Alquilar una vivienda es una gran opción para conseguir unos ingresos extra, pero también puede generar problemas como el impago del alquiler o situaciones más complicadas como los daños en la vivienda alquilada. En este artículo vamos a explicar cómo actuar ante esta situación y los pasos que hay que dar. 

En muchas ocasiones, los propietarios de viviendas alquiladas se preguntan qué hacer si su inquilino ha generado destrozos en el inmueble y si no basta con la fianza para solucionarlo todo. Es importante conocer los pasos que hay que dar para poder reclamar los daños en la vivienda alquilada que se hayan podido dar. 

El inquilino está obligado a devolver la vivienda en buen estado

Una de las obligaciones del inquilino es indemnizar por los desperfectos que se hayan producido en el piso durante todo el tiempo que ha estado viviendo en él que sobrepasen el deterioro por el uso normal de la vivienda. Así viene recogido en el artículo 1561 del Código Civil: “El arrendatario debe devolver la finca, al concluir el arriendo, tal como la recibió, salvo lo que hubiese perecido o se hubiera menoscabado por el tiempo o por causa inevitable.” 

Al comienzo del contrato de alquiler, el inquilino entrega la fianza con la que se garantiza también el cumplimiento de sus obligaciones respecto al arrendamiento, como el cuidado y conservación de la vivienda, la restitución de la posesión y el pago de la renta. 

Una vez finalizado el contrato, el propietario está obligado a devolver el importe de la fianza, siempre y cuando no haya que utilizarla para cubrir alguna las responsabilidades que el inquilino adquirió. Y es que, esta fianza se plantea para que cubra los posibles desperfectos que se encuentren durante la revisión de la vivienda. 

La importancia de probar los desperfectos en la vivienda

Verificar el estado de la vivienda al terminar el contrato y antes de devolver la fianza es algo importante y, si es posible, mejor realizarlo en presencia de los inquilinos. En el caso de que no estén, es mejor que la comprobación se haga en el menor tiempo posible desde que se recuperan las llaves, haciendo fotos y dejando constancia del estado del inmueble. Después, habrá que comunicar al inquilino lo que corresponda. 

El hecho de que haya daños que se puedan considerar que superan el uso normal de la vivienda o que se hayan dado por el paso del tiempo, es cuestión de poder probarlo. Al propietario no le sirve presentar facturas de compra o de reparación de electrodomésticos, tiene que probar que esos elementos estaban dañados al terminar el contrato. 

Si se observan grandes destrozos como por ejemplo suciedad extrema, muebles o electrodomésticos rotos u otros actos vandálicos, es mejor llamar a un tercero para que dé fe, como por ejemplo un perito que pueda evaluar los daños. Esta prueba será necesaria en un proceso judicial. 

Pasos a seguir si el inquilino genera destrozos en la vivienda

A pesar de exigir garantías y referencias a la hora de alquilar tu casa, no estás libre al 100% de que esta acabe en malas manos. Es por eso que hay empresas que incluyen el asesoramiento a la hora de elegir inquilino para, de esta manera, asegurarnos de que nuestra vivienda alquilada va a estar habitada por personas que no van a dar problemas en un futuro. 

Como hemos comentado, la fianza está pensada para cubrir esos desperfectos que puede haber, pero hay ocasiones en las que la fianza puede ser insuficiente al encontrarnos con grandes destrozos. Es en este momento cuando hay que comenzar el proceso de reclamación de daños y perjuicios por los daños materiales en la vivienda, haciendo uso de la defensa jurídica. 

Acudiremos a nuestra compañía de seguros, pero para que ésta acepte el caso se tienen que cumplir unos requisitos y el más importante e inmediato es poder probar que el daño ha sido causado por el inquilino llevando a cabo un informe que recoja todos los daños en la vivienda alquilada ocasionados. 

Para anticiparse a este problema, una solución es incluir una cláusula en el contrato de alquiler donde se detallen todos los elementos que forman parte del inmueble alquilado cuando se entra a vivir en él, incluyendo fotografías para ver el estado en el que se encuentran. Asimismo, las imágenes que identifiquen el estado del continente también son muy útiles. 

¿Cómo conseguir las pruebas pertinentes?

Para obtener las pruebas oportunas que ayuden a justificar la reclamación te recomendamos lo siguiente:

  • Acudir a la entrega de llaves con uno o dos testigos, si es posible imparciales, como por ejemplo un vecino de la comunidad o el portero. 
  • Sacar fotografías del estado del piso. 
  • Valorar los daños mediante un perito.
  • Si se puede, llamar a un notario que vaya a la vivienda en el momento de la entrega de llaves para que conste legalmente el estado de la casa.
  • Evitar que todo este proceso comentado se dilate demasiado en el tiempo, ya que si pasa mucho tiempo igual no se pueden relacionar los daños ocurridos en el inmueble con la presencia del inquilino en este periodo. Para que sea efectiva, lo mejor es que no pasen más de dos meses desde que termina el contrato. Si no, será más difícil demostrar que el daño lo ha producido el inquilino que acaba de abandonar la vivienda. 
  • Otro requisito imprescindible es que los daños sean muy evidentes y que no se puedan interpretar como una consecuencia del uso diario de la vivienda.

El informe de daños que se realice se tiene que remitir al inquilino, siempre dejando constancia por escrito, para intentar llegar a una solución amistosa. En caso de que el inquilino se niegue a asumir los gastos, entonces se comenzarán con los trámites para interponer una reclamación judicial. 

Es importante saber que, aunque la sentencia dé la razón al propietario y condene al inquilino a pagar por los desperfectos, éste no podrá hacerlo en el caso de que se declare insolvente, no percibe ningún sueldo y no tiene bienes que se puedan embargar. Así que hay que tener en cuenta que una sentencia favorable no implica, necesariamente, el pago de los destrozos en la vivienda. 

Ahora que ya conocemos cómo actuar ante los daños en la vivienda alquilada y cómo debes actuar si esto ocurre, llevar una correcta gestión del alquiler puede ser una gran opción. Gracias a herramientas como homming puedes incluir todos los documentos que acrediten el estado de la vivienda al comenzar el arrendamiento y poder demostrar su estado al finalizarlo. 

Contar con un software de gestión del alquiler es una gran opción. Tanto si tienes una o varias viviendas alquiladas, con Homming tendrás todo controlado y automatizado. Prueba nuestro software de gestión de alquileres de forma gratuita.

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